▷ Si Tienes 30 Años, Prepárate para los 40 ©

Una vez que superamos la adolescencia vivimos pensando que los 40 están lejos; pero ahora que alcanzaste los 30 años, tienes una perspectiva diferente. En este punto, recapacitas que el tiempo no para, y cada vez que la aguja del reloj avanza te acerca a esos no tan lejanos 40 que veías antes. Ahora que eres un treintañero, es importante que comiences a considerar cómo prepararte para los 40. Con esto en mente, compartimos las más acertadas recomendaciones.

Fecha de actualización: 18-Feb-2024

1. Ritmo frenético

Es común que al alcanzar los 30 vivamos enfocados en el trabajo, la casa, los niños y la economía, corriendo de un lado a otro porque no nos alcanza el tiempo para las múltiples tareas que la sociedad y nosotros mismos nos hemos impuesto. Este ritmo frenético muchas veces nos lleva a comer a deshoras frecuentemente privilegiando alimentos de pobre valor nutricional, omitir la práctica de actividades físicas, sacrificar tiempo de sueño y más.

Si este es tu caso, recuerda que el estilo de vida que lleves hoy marca cómo vivirás en los años venideros. Es hora de sentarte a pensar, ahora que tienes 30, cómo debes prepararte para llegar los 40 de la mejor forma posible; y es que cumplir 30 años es el momento perfecto para adoptar hábitos que te ayudarán a tener una vida sana.

2. Momento de cuidar tu salud

Tu viaje hacia un estilo de vida más saludable que te permita prepararte para los próximos años comienza con pequeños cambios que sabes que puedes hacer. Considera los siguientes consejos para comenzar a mejorar tu salud en general, es el momento de hacerlo. Puedes comenzar con:

2.1 Comer más frutas, vegetales y verduras

Numerosos estudios científicos demuestran que comer más frutas, vegetales y verduras está asociado con un menor riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, sufrir accidentes cerebrovasculares, padecer cáncer y muerte prematura.

Aunque lo ideal es incorporar más frutas y verduras a tu dieta regular, no tienes que pasar de cero a nueve porciones al día inmediatamente. Puedes plantearte como objetivo comer una porción de vegetales para la cena y gradualmente ir integrando una verdura o una fruta con cada comida. Recuerda que para aprovechar al máximo los aportes nutritivos de las verduras y vegetales debes comerlos crudos o ligeramente cocidos, preferiblemente al vapor.

2.2 Reemplazar los granos refinados

Es sabido que comer más granos integrales se relaciona con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, padecer enfermedad coronaria, trastornos cardiovasculares y cáncer, además de ser un coadyuvante de la salud intestinal.

Comienza reemplazando los alimentos elaborados a base de granos refinados, incluyendo pan, pastas y arroz blanco, entre otros, por cereales integrales como avena simple, pan y pasta elaborados con cereales integrales, arroz integral, quinua, cebada, frijoles, garbanzos y más.

2.3 Beber más agua

Tu cuerpo necesita agua para funcionar correctamente, por lo que es importante que adquieras el hábito de consumir al menos dos litros por día, aunque si haces ejercicio y sudas mucho, puede ser más; esto es esencial para que tu cerebro, tus músculos y todo tu organismo esté saludable.

2.4 Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio regular tiene muchos beneficios para la salud física y mental, previene enfermedades y ayuda a mantener la movilidad durante toda la vida. Ten presente que a medida que pasan los años, perdemos masa muscular; por lo tanto, debes adaptar tu rutina y asegurarte de que la práctica de actividades físicas sea una prioridad.

Si la frase “hacer ejercicio” te desanima, piensa en esto en términos de actividad física o simplemente entiéndelo como mover tu cuerpo o mantenerte activo. No necesitas ganar una maratón para estar saludable; puedes caminar, andar en bicicleta, tomar clases de baile, practicar artes marciales o probar una clase de fitness en línea. Lo más importante es elegir una actividad que disfrutes.

En segundo lugar, recuerda que no tienes que empezar con un entrenamiento largo. Trata de hacer 10 minutos al día, 5 días a la semana. Cuando te sientas listo, agrega otros 5 o 10 minutos y sigue incorporando minutos hasta que alcances al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana. Crear este hábito te permitirá llegar a los 40 años en buena forma.

2.5 Controlar tus niveles de estrés

El estrés crónico pone a tu cuerpo en modo constante de “lucha o huida”, lo que socava tu sistema inmunológico y te hace más susceptible a ciertos problemas de salud, incluidos enfermedad del corazón, diabetes, problemas digestivos, hipertensión arterial, depresión, dificultad para dormir entre otros trastornos.

El ejercicio físico puede ayudarte a reducir el estrés al liberar la energía acumulada y estimular la liberación endorfinas, las llamadas de hormonas del buen humor. Pero existen muchas otras estrategias que puedes aplicar para controlar los niveles de estrés incluyendo las prácticas de atención plena, como la meditación y la respiración profunda, pero también escribir un diario, pasar tiempo en la naturaleza e incluso hablar con amigos.

2.6 Tener una buena noche de sueño

No dormir lo suficiente o tener un sueño de mala calidad no solo conduce al agotamiento, sino que también tiene un efecto negativo en tu salud física y apariencia. Para estar saludable de cara a los años venideros, es vital que tengas una buena rutina de sueño y asegurarte de proporcionarte las horas que necesitas para recuperarte de las presiones, el estrés y las situaciones que ha enfrentado durante el día.

3. ¿Esto significa abandonar tus “malos hábitos” favoritos?

Adoptar un estilo de vida saludable no significa que tengas que renunciar a lo que puede considerarse un “mal hábito”. Es totalmente posible equilibrar un estilo de vida saludable y aún comer queso, tomarte el día libre para hacer ejercicio o tomar vino con la cena.

De hecho, darte un gusto ocasionalmente puede ayudarte a mantener mejor tus hábitos alimenticios. De hecho, adoptar una mentalidad de “todo o nada”, en la que solo puedes comer alimentos “buenos” y nunca “malos”, suele tener resultados contraproducentes.

Poder comer ese plato que solo sabe preparar tu mamá, y saborear cada bocado, es parte de una vida saludable. Los días de descanso también son importantes para la salud física y mental. Por otra parte, el consumo moderado de alcohol no genera perjuicios para la salud. Como recién mencionamos, lo importante es ser equilibrado y no caer en excesos.

4. Conclusión

Tu versión de un estilo de vida saludable es la que tú defines. Identifica qué te hace sentir bien y qué te trae más felicidad; luego comienza poco a poco al hacer cambios. Es más probable que tengas éxito de esta manera y que te conviertas en una de esas personas que están en buena forma a cualquier edad.

Llevar un estilo de vida saludable en tus 30 años no solo te ayudará a sentirte mejor, sino que también reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades. Al final, prolongas tu vida útil lo que te provee de bienestar general; en definitiva, te permite estar preparado para los 40.

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